La experiencia reciente con el voto por correo en Puerto Rico ha resaltado la necesidad urgente de revisar y mejorar nuestro sistema electoral. En un proceso ideal, los votos por correo deberían contarse antes del día de las elecciones para que, una vez cerrados los colegios electorales, se tengan resultados completos y definitivos. Sabemos que eso no sucedió a causa de los partidos minoritarios por no tener representación en el proceso y detenerlo, tristemente el tribunal determinó tarde el que se continuara el conteo de voto adelantado con la representación que estuviese. Si no se hubiera detenido la incertidumbre no existiera en cuanto a los resultados, especialmente en municipios y escaños legislativos disputados.
La actual metodología para procesar el voto por correo ha mostrado diversas irregularidades y problemas de logística que generan dudas en los votantes sobre la confiabilidad del sistema. A tal razón que aún hay direcciones que no se han validado y el PNP presentará un caso en el tribunal por irregularidades. Por esta razón, es crucial evaluar cambios en el código electoral para fortalecer y agilizar el voto por correo / adelantado. Este cambio debe ser una prioridad para el próximo ciclo electoral, promoviendo así un sistema más transparente y eficiente.
Además, es momento de que la Comisión Estatal de Elecciones (CEE) se modernice e integre nuevas
tecnologías en sus procesos. Las máquinas de escrutinio actuales han comenzado a mostrar señales de obsolescencia y requieren una actualización urgente. La tecnología no solo facilita el procesamiento de información, sino que también aumenta la transparencia y confianza del electorado. Implementar sistemas modernos y seguros no es solo una opción, sino una necesidad en el contexto actual.
En conclusión, para restaurar y mantener la confianza en nuestro sistema electoral, es imperativo reformar el proceso de voto por adelantado y modernizar los recursos tecnológicos de la CEE. Esto debe ser con urgencia atendido por el nuevo gobierno.
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